Malena (Ariadna Gil) tiene diez años cuando recibe de manos de su abuelo el último tesoro que conserva su familia: una esmeralda. Si no le habla a nadie de ella, la joya podrá, algún día, salvarle la vida.
Hasta ese instante, Malena ha rezado para convertirse en un niño, al presentir que jamás conseguirá parecerse a Reina (Marta Belaustegui), su hermana melliza. Con el paso de los años irá separándose de la influencia de su hermana y aprenderá a mirarse, como en un espejo, en la secreta historia de sus antepasados.
Sus relaciones con los hombres; la felicidad, el dolor, los múltiples sentimientos y sensaciones que la vida le reserva conforman el telón de fondo en el que transcurrirá la historia, compleja y sugerente, de esta mujer desde su infancia hasta que, pasados los treinta, parece alcanzar la madurez.
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